miércoles, abril 29, 2009

Isaac Recavarren heroe arequipeño de la Guerra del Pacífico


Isaac Revarren, hijo de José Maria Recavarren Heredia y María Josefa Florez Gomez, de aristocrática familia arequipeña, nació el 24 de agosto de 1834 en Arequipa. Ingresó al ejército en 1854 durante la guerra civil entre el mariscal Ramón Castilla contra José Rufino Echenique.

Participó activamente en el conflicto contra España, en el combate del 2 de Mayo de 1866, en el Callao y fue nombrado Jefe de estado Mayor de la II División de los Ejércitos del Sur.
En la Guerra del Pacífico, 1879 combatió a los chilenos en el desembarco de Pisagua (02 de noviembre de 1879), San Francisco, Tarapacá (27 nov), San Juan, en este último lugar fue apresado.

Coronel por méritos a los 40 años, era el más joven de ellos y uno de los más entusiastas defensores de la patria. Para la campaña del sur, logró que le dieran en Lima algunos pertrechos que condujo a Arequipa donde tomó el mando del segundo ejército del sur y decidió llevarlo a Tacna, lugar que se suponía sería atacado por Chile y su captura le permitiría adueñarse definitivamente de los departamentos sureños; al mismo tiempo, evitar cualquier avance de tropas sobre Tarapacá, razón de su agresión.

La historia del coronel Isaac Recavarren para formar, organizar y movilizar al segundo ejército del sur, es una de las tantas páginas increíbles de la tragedia del 79.

Por un lado estuvo la decisión, empeño y presencia de ánimo del joven coronel arequipeño, empeños que lo llevan a la prisión. En segundo lugar, la acción de varios coroneles, entre ellos y principalmente López y Sequera que, cumpliendo órdenes prefecturales o directas de Piérola, hicieron lo imposible para entorpecer la labor de Recavarren y como no pudieron conseguirlo, le desconocieron su mando y autoridad, mediatizaron y entrabaron todo el operativo que culminó con la vergonzosa salida del coronel Segundo Leyva y el encarcelamiento de Recavarren. En último término, quedó la acción antipatriótica, pusilánime y de total entreguismo al dictador, del prefecto de Arequipa, el norteño Carlos Gonzales Orbegozo, cuya falta de espíritu de lucha a la defensa nacional, se mostró cuando el ataque chileno a Mollendo, Mejía e Islay.

Después de la pérdida de Tarapacá, en el Perú sólo cabían dos acciones a cumplirse: adquirir barcos de guerra capaces de superar a la flota chilena y reforzar el ejército del sur. Lo primero quedó librado al empeño del supremo gobierno, mientras que lo segundo fue responsabilidad de todos aquellos comprometidos en una u otra forma a la mejor reorganización y refuerzo del ejército que en Tacna y Arica esperaba el ataque enemigo.

Con la finalidad de organizar el segundo ejército, Piérola encargó al general Beingolea para conducir pertrechos hacia Arequipa y el 11 de marzo de 1880, en el "Talismán", acompañado de jefes y oficiales que le servirían de cuadro al nuevo ejército, partieron de Lima, llevando una dotación de fusiles. No pudiendo desembarcar en Quilca, que era el propósito, por temor a que en ese puerto estuviera algún barco chileno, el comandante de la nave regresó a Pisco donde descendieron a tierra y dirigieron a lea, pero el prefecto puso dificultades para proseguir la marcha. Una vez superadas, estando a un día de jornada en Ocucaje, Beingolea recibió un telegrama comunicándole que había sido reemplazado por el coronel Leyva. Beingolea regresó a Lima y, frente a las imputaciones que Piérola hizo sobre su conducta, el general solicitó una investigación para esclarecer su situación y, en el juicio instaurado, se declaró intachable la conducta de Beingolea, pero Piérola había logrado su propósito, de retirar a ese general la autoridad y reemplazarlo por un incondicional. Leyva al tomar posesión del mando, en lugar de proseguir por la ruta trazada por su predecesor, optó por un camino mucho más largo, a través de Lucanas.

En Lima, Piérola el 29 de marzo igualmente comisionó al coronel Recavarren que del sur acababa de llegar a Lima, para que organizara una división de ejército en Arequipa, para lo cual, el joven coronel logró que le entregaran 1800 fusiles, 6 cañones con ánima rayada y 4 ametralladoras, cargamento que embarcó en el "Oroya". Una semana después partió con su cargamento y a los cuatro días desembarcó en la caleta de la Chira en Camaná. Al llegar a esa ciudad se enteró del desastre sufrido por la división del general Gamarra en Los Angeles, lo cual dejó a los chilenos dueños de Moquegua. Debido a la noticia se dirigió apresuradamente a Arequipa donde llegó el 12 de abril y, después de hacerse reconocer como jefe de la expedición proyectada, se dedicó de inmediato a reunir a la tropa que en forma dispersa llegó a la ciudad procedente de Los Angeles y, en esa forma, contar con elementos que pudieran combatir al enemigo. Igualmente logró que en diez días, las armas desembarcadas en La Chira llegarán a Arequipa.

Debido a su empeño, iniciativa y decisión, logró en una semana disponer de un ejército de cerca de tres mil hombres a los cuales, incluso vistió a su costa hipotecando sus bienes personales y, con la ayuda del prefecto de Puno y algunos comerciantes, logró colocarlos en pie de guerra, adecuadamente pertrechados, ya que para él, no hubieron obstáculos y, conforme se presentaron los fue superando. Para ello contó con la ayuda de la mayor parte de coroneles y oficiales patriotas y del subprefecto señor Bruno Abril, quien movilizó recursos y consiguió las muías para el transporte.

Algunos coroneles comenzaron a poner obstáculos e intrigaron en su contra, fuere por celos o cumpliendo órdenes superiores, pero trabaron las iniciativas y quien se hizo cargo de llevar a efecto esas maquinaciones fue nada menos que el Jefe del Estado Mayor General, coronel Mariano Martín López secundado por el coronel Sequera y en parte, por el viejo coronel Marcelino Gutiérrez, el sobreviviente de los cuatro hermanos de 1872. Como no pudieron impedir el ímpetu de Recavarren, López dispone, en ordenanza del Estado Mayor General, que salgan dos divisiones en vanguardia a órdenes de Recavarren y que el grueso del ejército partiera después. Seguidamente le desconoció el cargo de jefe del segundo ejército, con el pretexto que Leyva está pronto a llegar y, por lo tanto debe sujetarse a sus órdenes; terminó desposeyéndole del mando de las dos divisiones próximas a salir y ordenó por escrito:

"Art. 1. Teniendo en conocimiento este E.M.G. que el señor general en jefe del 2° Ejército del Sur se halla próximo a ingresar a esta ciudad y debiendo esperar sus órdenes para la movilidad de las fuerzas de este ejército, se ordena que el subjefe de este E.M.G., encargado del mando de ellas, vuelva a su anterior condición y que los cuerpos que componen las dos divisiones se entiendan en lo sucesivo directamente con este E.M.G.— el coronel jefe, López".

Los atropellos, a los deseos de defender la patria a la llegada de Leyva se agudizaron, revelándose tal situación en la carta acusatoria que Recavarren envió a Piérola:

"Para la completa organización del cuerpo del ejército que yo debía conducir, llamé a varios jefes para saber si estaban aptos para el servicio; muchos de ellos se fingieron enfermos (de donde resultaba la rareza de que el mes de abril fuera de enfermedad para los militares), y para cohonestar su conducta, por no decir su cobardía, principiaron a desacreditar mi expedición, propalando que los rifles que había traído eran malos, porque eran recompuestos en Lima; que los cañones no servían, y, por último, que yo por ambición de gloria iba a sacrificar la gente que llevaba. A otros jefes no quise colocar por sus malos antecedentes y conducta reprobada, y entre estos estaba el coronel Sequera, quien había sido tomado en flagrante delito de defraudación al Estado por una suma de 2000 a 2400 soles, con motivo de una comisión que se le dio de que trajera de Puno unos 2,000 pares de zapatos; en cada uno de ellos recargaba el precio legítimo con dos soles.

Pues bien, todos estos jefes se aunaron no sólo para propalar lo que anteriormente tengo relatado a usted, sino que excitaron el amor propio de los jefes que me obedecían, y entre ellos al coronel Gutiérrez, . . Pero no pararon en eso, sino que azuzaron los celos del coronel López, jefe del estado mayor general, haciéndole creer que yo despreciaba su autoridad.. . Ayer. . . el coronel López me pasó un oficio en que me decía: que por razones de alta significación y por convenir a la mejor organización del segundo ejército del Sur, disponía que dejara el mando de las fuerzas y que quedara en mi primera colocación. . . Contestaba yo, el citado oficio, de la manera conveniente, cuando tuve que interrumpir para comer. Eran las 7 de la noche y me hallaba sentado a la mesa en unión de algunos amigos y señoras, cuando se cometió en mi casa el escándalo más inaudito de (que) pueda formarse idea. Una compañía del batallón Legión Peruana, que manda el coronel Gutiérrez, acompañada de una turba de malvados, recogidos de la hez del pueblo, penetraron en mi domicilio, dando gritos feroces y sin respetar mi posición, ni la presencia de señoras, maltrataron gravemente a culatazos a los amigos que conmigo estaban, dispararon tiros sobre varios de ellos y sobre mí, lo que es un asesinato frustrado, y me redujeron a prisión,. . en un calabozo del cuartel del coronel Gutiérrez que se constituyó en mi cancerbero. En la calle del tránsito a la prisión, los corónelos López y Gutiérrez, excitaban a la muchedumbre diciéndole que era necesario matar a los traidores. Así, pues, me conducían como a un criminal en medio de una turba desenfrenada, y se gritaba de voz en cuello que yo era el traidor. . . .".

Durante las intrigas del coronel López llegó Leyva a Arequipa y en exposición escrita de Recavarren sobre lo acontecido, refirió su entrevista con el recién llegado: (75).

"Al presentarme en Arequipa a este jefe, le manifesté el objeto de mi viaje, las instrucciones que tenía, los elementos que había llevado y el pie en que se encontraba el ejército; al mismo tiempo le hice presente que tenía determinada la marcha para el 27 de este mes (abril), como lo había anunciado ya a S.E. el jefe supremo y al general Montero. El Sr. coronel Leyva me contestó, entonces, que su misión era distinta: que si yo tenía instrucciones, él tenía las suyas y que su objeto era organizar un ejército por lo menos de 10,000 hombres; que él no era de opinión de salir sino con fuerzas que ofrecieran toda clase de seguridades, porque no quería exponer su crédito adquirido en largos años de carrera militar.

A los pocos días recibí de Piérola la carta de 24 de abril y fui a mostrársela inmediatamente a Leyva. Impuesto de su contenido, reconoció la necesidad de que el ejército saliera en auxilio del de Tacna, y me propuso que mientras él se disponía a seguirme, saliera yo con dos columnas ligeras de vanguardia".

Esos atropellos se ejecutaron con plena aprobación del prefecto, quien incluso se negó a reconocer los gastos para mantener el ejército fuera de su jurisdicción política. Tampoco quiso entregar las armas y municiones depositadas en los almacenes del ferrocarril.

Se aprecia que la confabulación no es contra Recavarren, sino contra el primer ejército del Sur, al cual se le condenó a luchar en las peores condiciones físicas y de armamentos, además de manifiesta inferioridad numérica. Es difícil pensar que en momentos tan peligrosos para el país, con un enemigo mostrando cada día mayor agresividad y mejor armamento, además de corregir sus errores tácticos y estratégicos iniciales, por lo cual, para hacerles frente se requería la utilización de todos los recursos que pudieran concentrarse y que el mando estuviera unificado y en las mejores manos. En lugar de ello, el Perú presentaba un caos organizado desde el dictador de Lima, hasta los ejércitos del Sur y en ellos, la cobardía plena del prefecto Gonzáles Orbegozo y de los coroneles Leyva, López, Sequera, Gutiérrez, quienes prefirieron seguir en la molicie a salir en la defensa del territorio nacional, al cual juraron defender.

Se cometió el atropello de enviar a la cárcel al único hombre en el ejército acantonado en Arequipa que, basado en su espíritu y la orden recibida, quiso salir en ayuda de sus compañeros de armas con los cuales habían luchado contra el invasor en Tarapacá y, el día previo a que partiera, se le revocaron las órdenes e incluso quedó encarcelado. Mientras sus ofensores quedaron tranquilos al amparo de Piérola y de un prefecto inepto. Para culminar la pantomima y cinismo con el que se jugó el destino del país, y también para acallar críticas, el coronel Leyva salió de Arequipa en los últimos días de abril o primeros de mayo.

Sensiblemente, toda la documentación que existió en los archivos prefecturales de Arequipa, en los cuales hubo valiosísima información sobre la correspondencia cursada con Piérola y las órdenes recibidas para el movimiento de tropas, además de las impartidas por el prefecto Gonzáles Orbegozo y hubieran explicado, si la cobardía de los coroneles mencionados y del prefecto, fue por propia decisión o cumpliendo órdenes superiores. Esa documentación se perdió cuando en 1894, las huestes pierolistas capturaron la prefectura de la ciudad blanca y dedicaron a quemar muebles, cuadros y enseres de la Prefectura del Departamento, y para avivar el fuego, colocaron en la hoguera el archivo prefectural, cometiendo un grave atentado a la preservación de la información histórica y cultural. Incendiaron los documentos referentes a la Confederación Perú-Boliviana, sobre la primera invasión chilena que fuera derrotada por Santa Cruz en Paucarpata; sobre las diferentes revoluciones de Arequipa y por último, lo referente a la Guerra con Chile y los acontecimientos que sucedieron en los años siguientes, como el pronunciamiento de la ciudad por Cáceres en contra de Iglesias y el inicio de lucha montonera. Toda esa valiosa información desapareció por la acción del pierolismo, ¿Fue adrede el siniestro? ¿Por qué sólo se destruyó la prefectura? ¿El vandálico incendio del mobiliario era para disimular la desaparición del archivo?
Cuando Recavarren recobró su libertad por disposición de la autoridad local, debió dirigirse a Lima a órdenes del Gobierno. Luego partió a Ancash representando al gobierno asentado en Arequipa al mando del presidente Francisco García Calderón. Se unió a las tropas de Cáceres, peleó entonces en Huamachuco, junto a Cáceres. En 1890 fue elegido senador por Arequipa.


¿Los veis lanzándose a la pelea

con la serenidad de los valientes?

Son los hijos del Misti, los ardientes

soldados del honor.

¿Los veis marchar con la cabeza erguida

en busca de la gloria o de la muerte?

Son los hijos del Misti, los de fuerte

y noble corazón. .

¿Los veis allí pasadas las trincheras

cómo sus líneas en el campo tienden?

Son los hijos del Misti, que defienden

el doméstico hogar.

¿Los veis en el combate cual despliegan

al ruido del cañón tanta osadía?

Son los hijos del Misti, los que un día

la patria salvarán.


Benito Bonifaz


viernes, abril 24, 2009

Empezarán a construir Puente Chilina



El Gobierno Regional de Arequipa anunció que se empezará a trabajar el puente mas largo y con mayor inversión de cuantos existen en Arequipa. La infraestructura tendrá 700 metros de largo, una altura entre 40 y 50 metros por encima de terrenos de cultivo, zona paisajista y río Chili.

Se calcula que el viaducto podrá atender las exigencias del crecimiento poblacional de la ciudad durante los próximos 20 años.

Quinientos puestos de trabajo en el sector de construcción civil generará la instalación del puente, obra que ejecutará el Gobierno Regional con una inversión ascendente a ochenta millones de nuevos soles, anunció el presidente regional Juan Guillén Benavides.

El inicio de los trabajos está previsto para junio próximo y su culminación para fines del 2009, debido a la magnitud del proyecto, que interconectará el cono sur con la zona norte de Arequipa.

El proyecto del Puente Chilina consta de 5.6 kilómetros y estará ubicado entre las avenidas Progreso y Arequipa, en la confluencia de los distritos de Miraflores y Alto Selva Alegre.

Registrará una altura de cincuenta metros por encima de los terrenos de cultivo que atravesará y unirá a más de cinco jurisdicciones de Arequipa.

El presidente regional calificó esta obra como importante para el desarrollo de Arequipa, urbe que, según señaló, necesita modernizar su sistema vial para estar acorde a otras ciudades del país.

Además de facilitar la comunicación vial en la Ciudad Blanca, la construcción del puente Chilina evitará que unidades del parque automotor ingresen al Centro Histórico de la ciudad, lo que permitirá su conservación, así como de la campiña.

En relación al financiamiento de la obra, indicó que proviene del aporte del canon minero y de gastos corrientes del presupuesto de la región.

Respecto a las observaciones del Instituto Nacional de Cultura (INC) sobre el proyecto del puente Chilina, Guillén apuntó que éstas fueron subsanadas oportunamente, por lo que aseguró que no existe ningún impedimento para dar inicio a la obra.

Fuente: Andina

miércoles, abril 22, 2009

No iran a Arequipa aviones de gran tamaño


¿Otra acción del centralismo?
Desde 1994 existe pedido para ampliar pista de aterrizaje

En el proyecto de concesión de aeropuertos del sur del Perú, que incluye el Rodríguez Ballón de Arequipa, no está considerada la exigencia de que la empresa privada que se encargue del terminal aéreo local, se obligue a extender en un kilómetro la pista de aterrizaje y permitir con ello que lleguen aviones de gran tamaño y de servicio internacional.

En consecuencia, los turistas que por alguna razón o promoción quisieran conocer Arequipa, tendrían que llegar necesariamente al Jorge Chávez de Lima, para luego, utilizando una línea comercial que trabaje con aviones de menor tamaño, seguir a Arequipa.
Desde 1994 existe un proyecto y también la reserva que posibilita extender en un kilómetro la pista de decolaje y aterrizaje que haga posible la llegada de aviones de vuelos internacionales directamente del exterior a Arequipa.

A lo que se obligará el concesionario que gane el concurso que se proponen hacer en octubre próximo con el terminal aéreo de Arequipa, sólo comprende mejoramiento de la infraestructura y acondicionamiento de la pista existente, pero no su ampliación.

Fuente: Diario El Pueblo


martes, abril 21, 2009

F.U.A. Tranvias


Los tranvías son un medio de transporte de pasajeros que circulan por la superficie en áreas urbanas, en las propias calles, sin separación del resto de la vía ni senda o sector reservado. En algunos casos la vía férrea del tranvía puede transitar por vías públicas exclusivas y hasta cubrirse de hierba, integrándola aún más al paisaje urbano.

Los primeros tranvías empezaron a circular, por primera vez, en Nueva York en 1832. Eran tirados por caballos o mulas (tracción animal) que podían arrastrar más peso gracias a la característica básica que posibilitó el desarrollo del transporte por ferrocarril: el bajo coeficiente de rozamiento entre rieles y rueda que permite un consumo energético mucho menor respecto los transportes sobre neumáticos.

El primer tranvía europeo empezó a circular por París en 1854. A España no llegó hasta el año 1871.

Actualmente, y desde hace mucho tiempo, son de tracción eléctrica. El primer tranvía eléctrico europeo empezó a circular por Sarajevo en 1885, mientras que en Suiza la primera línea (Vevey-Montreux-Chillón), se abrió en 1888. En 1890 funciona el primero de Francia en la ciudad de Clermont-Ferrand.

La energía eléctrica la toman de la línea aérea de contacto (la cual puede ser simplemente un alambre de cobre en suspensión simple ("hilo trolley") o por catenaria) mediante un trole de pértiga, un pantógrafo o un arco raspante. Existieron sistemas con dos troles (como los trolebuses) debido a que las ciudades en las que circulaban no permitían el retorno de la corriente por los rieles (Cincinatti y La Habana fueron las redes más grandes).

También hubo tranvías que tomaban la corriente mediante un conductor bajo piso, instalado en una cavidad en el centro de los dos rieles, con una ranura que daba al pavimento. Los coches tenían un sistema especial de zapatas que subía y bajaba cuando terminaba el tramo en el cual se utilizaba el conducto. Esto fue muy común en Londres y en Washington D.C. debido a que estaba prohibido tender líneas aéreas de alimentación en ciertas zonas de la ciudad. Actualmente un sistema moderno de alimentación de corriente por el suelo se está empleando en parte de la red de tranvías modernos de la ciudad francesa de Burdeos y se piensa implantar en algunos otros tramos de las redes a inaugurar en otras ciudades de Francia.

Existen otros sistemas de tracción de los tranvías (a caballos, a vapor, a aire comprimido, a gasolina, a cable), siendo la red más famosa la de los "cable cars" de San Francisco, de los que hay tres líneas en el centro de la ciudad.

Arequipa fue la segunda ciudad del Perú, en tener sistema tranviario.Su sistema de trenes hacia el puerto de Mollendo, se inauguró en 1871, siendo su construcción supervisada por el ingeniero californiano Enrique Meiggs, quien se cree también estuvo involucrado en la organización del Ferrocarril Urbano de Arequipa (FUA).

El FUA inauguró su primera ruta el 14 de marzo de 1875, 11 años después que se implantara el mismo sistema en el Callao y tres años antes que el de Lima. No se sabe mucho acerca del servicio prestado en las siguientes tres décadas.

Carlos Espejo y Ureta, un residente arequipeño, consiguió una franquicia en 1908, para la electrificación de las líneas tranviarias.

Luego, en 1911, Espejo vendió sus derechos a la compañía W. R. Grace Co. de New York, la cual registró la empresa como Tranvía Eléctrico de Arequipa y el año 1912, ordenó la compra de varios vagones a la J. G. Brill Co. de Philadelphia.

El pedido incluía 14 vehículos de pasajeros de 4 diferentes tipos, un carro anti-incendio, un frigorífico y una góndola. Los vagones numerados del 100 al 106, fueron modelos "convertibles". En tiempo de verano sus paneles laterales eran removidos y reemplazados por otros con rejillas.

Tranvías de la serie 300 tenían ocho ruedas y un inusual diseño, con puerta al centro y un vestíbulo. Los pasajeros de Primera Clase se sentaban en la cabina cerrada de la derecha. Los de Segunda Clase, lo hacían en el compartimiento abierto de la izquierda

En 1924, la empresa TEA, ordena dos vagones del tipo "Birney" a la fábrica Brill, que son numerados 501 y 502; modelos que serían adoptados para reconstruir todos sus otros vehículos según el mismo diseño.

En 1930, la compañía ordenó dos carros más, que fueron numerados como 601 y 602, para sus nuevas rutas hacia Antiquilla, Yanahuara y Paucarpata.

Estudios realizados por el gobierno peruano, indican que en 1927 y 1928, existía un servicio particular desde Paucarpata hasta el cementerio de Apacheta; sin embargo se cree que las líneas suburbanas de Tingo, Paucarpata y Apacheta, siempre formaron parte del sistema del TEA. La World Survey of Foreign Railways, detalla haber encontrado un tranvía de 21 pasajeros, circulando en una ruta de 20 kms., alrededor de 1935.

Tranvía Eléctrico de Arequipa, no ordenó más vehículos después de 1930, hasta 1939, en que compró dos carros usados de una ruta de tranvías abandonada en la ciudad de Elmira, ubicada en el Norte del estado de New York. Dichos vagones, fueron numerados como 701 y 702

Los tranvías de New York, tenían originalmente 12 ventanillas en cada lado. Eran muy largos para las angostas calles de Arequipa, de tal forma que fueron rediseñados, transformando la primera y la última ventanilla en puertas y los terminales, remodelados. Su sistema de vía fue cambiado de 1435 mm. a 1067 mm.

El Tranvía Eléctrico de Arequipa, paralizó su útimo tranvía, la noche del domingo 9 de enero de 1966, después de 53 años de operaciones. El sistema fue declarado oficialmente fuera de servicio, al día siguiente.

Los tranvías de Arequipa, fueron los últimos en prestar servicio en el Perú. El de Lima fue cerrado en septiembre del año anterior.

Un aficionado a los tranvías que había viajado de Estados Unidos hasta Arequipa en 1967, dijo haber encontrado muchos vagones en el depósito de la foto superior en malas condiciones, a los que le faltaban muchas de sus partes y estaban oxidados. Igualmente los cables superiores de electricidad, donde hacían conexión los troles, habían sido removidos de las calles.

sábado, abril 11, 2009

Arequipa, date el gusto


La tradición culinaria en la Ciudad Blanca es legendaria e indiscutiblemente es una de las más importantes del Perú. Es por ello que se ha escogido el 10 de mayo para realizar la feria Arequipa date el gusto, evento que marca el lanzamiento de Patty Wong como empresaria en eventos gastronómicos.

Patty es conocida como empresaria de comida oriental y ahora complementa ese conocimiento con la organización de eventos donde se conjuguen la música y la comida en la realización de ferias.

El segundo domingo de mayo se celebra el Día de la Madre y en esa fecha tan especial se tiene por tradición llevar a las madres a comer fuera de casa y Arequipa date el gusto combina no sólo la comida sino que tampoco faltará la diversión ya que se contará como anfitrión del evento al gran cómico Hernán Vidaurre y a Karina Rivera con el mejor show infantil, para pasar esa fecha tan especial en un marco familiar.

Y como si fuera poco para el cierre se contará con el marco musical de lujo de la señora Eva Ayllón, quien brindará un show especial por el Día de la Madre.

Las afamadas picanterías arequipeñas y los mejores restaurantes se trasladarán a Cerro Juli para celebrar el Día de la Madre y brindar en un solo lugar la mejor comida de la región sur de nuestro país y donde la diversión estará asegurada.

Fuente: www.rpp.com.pe
 
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